Recuerdo muchas cosas vividas a tu lado, cosas buenas y malos ratos. Pero es curioso como en estos momentos predominan tu mirada, tu sonrisa y tu paciencia para conmigo. Por ello, te quiero dedicar esta Carta de Despedida.
Cuando tan solo era un niño, no podía imaginar un mundo sin ti. Recuerdo una ocasión en la que paseábamos por una feria con mi hermanita pequeña, todo eran luces y música alta, yo me agarraba con fuerza de la silleta de bebé en la que iba mi hermana y sin darme cuenta, debí soltarme, porque eso no lo recuerdo, volví a sujetar la silla enseguida, pero no era la de mi hermanita y no era mi mamá ni mi papá quien la empujaba. Yo, ajeno a ello, seguía observando las luces y estaba descolocado por el sonido. Al rato, alguien que empujaba el carrito me toco la mano y me pregunto quién era yo.
Te escribo esta Carta de Despedida
En ese momento, todo mi mundo se vino abajo, había perdido a mi madre y a mi padre, (bueno y a mi hermanita) la impotencia y la frustración me venció, con tan solo un par de años, había perdido todo mi mundo, la angustia se apodero de mí . Pero no era cierto, tan solo un metro tras de mi estabais todos, observando la escena y conchabados con la persona que empujaba ese otro carrito.
En aquella ocasión, con tan solo dos años, sentí haberte perdido para siempre, pero volviste a mí.
En aquella ocasión pude volver a verte. Por eso y desde entonces, nunca me he separado de tu lado.
Pero...
Hoy... hoy es un día triste. Hoy, eres tú, quien me ha soltado de la mano, hoy, eres tú, quien se ha perdido.
Desde que puedo recordar, siempre has temido a la muerte y hoy te ha encontrado y llevado con ella.
Siento un profundo vacío dentro de mi, esa angustia que sentí a los dos años, ese sentimiento de haberlo perdido todo, de que mi mundo se acababa. Hoy no soy yo el perdido y me siento igual que cuando lo fui.
Juntos vivimos muchos malos momentos, muchos enfados, peleas, gritos ...
Todo quedó olvidado ya
Todo eso quedo ya olvidado, sé que ocurrió, pero no lo recuerdo, solo recuerdo tus caricias, tus abrazos, tus mimos, por más que lo intento, no recuerdo ni una sola cosa mala, sé que las hubo, pero no lo consigo recordar.
Hoy eres tú quien ha soltado la silleta de bebé, pero vuelvo a ser yo quien está perdido y a un metro de distancia, sé que tú siempre estarás vigilándome para que no se extravíen mis pasos. Sé, que no es el final, sé que algún día volveré a estar a tu lado y volverás a decirme que en todo momento estabas junto a mi.
Pero hasta entonces, he de decirte adiós, no, hasta la vista. Siempre estarás en mi corazón y en mis recuerdos.
Te quiero mamá. Siempre tuyo.

D.E.P
Siempre tuyo. Tu bebé.
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