En esta ocasión, me gustaría contar una experiencia personal. Cuando la leáis, entenderéis que el hecho de decir: Vergüenza de Funeraria, es poco. También habría que decir que son una mierda de profesionales y dejan muy por el suelo el sector Funerario en Murcia.
Como cualquiera, por ley de vida, he enterrado ya a mis cuatro abuelos. Esta historia, real y traumática que voy a contar, ocurrió cuando falleció la última de ellas, mi abuela por parte materna, mi abuela Lola.
Los hechos acontecieron en Murcia, provincia en la que resido y en la que ejerzo de funerario desde hace veintidós años. Pero para exponer bien los hechos debo remontarme unos años antes, cuando fallece mi madre.
Exposición de la vergüenza que da esta Funeraria en Murcia
Mi abuela Lola, tenia dos hijos, mi madre y mi tío Salvador. Al fallecer mi Madre y mi tío empezó a distanciarse de mis hermanos y de mí por lo que creo (esto es mi opinión) por temas de herencias, al igual que les ocurre a muchas familias. Mi abuela vivía pared con pared con mi tío y al poco tiempo empezamos a notar que la actitud de mi abuela era muy distante, hasta el punto de que durante los últimos por culpa de mi tío, persona embustera y embaucadora, no podíamos ni acercarnos a casa de mi abuela pues le mintió y le dijo que sus nietos le habían robado, hasta el punto que mi abuela nos denuncio por ello, desestimando un juez los hechos pues eran falsos.
Yo, me críe con mi abuela, incluso después de fallecer mi abuelo, dormía en la misma cama que ella para que no se sintiese sola. Para mí, fue como una madre en vez de como una abuela.
Toda esa relación, se vio truncada por las malas intenciones de mi tío.
Acontecimientos
Tras este breve resumen de mi situación familiar, pasemos a lo acontecido el día que falleció mi abuela: Como era de esperar, mi tío, como buena persona que es, no nos informa del fallecimiento de mi abuela, pero gracias a terceras personas, a las que les estaré siempre agradecido, me llega a conocimiento de la desgracia. Mi abuela falleció un sábado a las diez de la mañana y yo me entere a las doce de la noche.
En ese momento, estaba trabajando y me dispuse a ir de inmediato al tanatorio, como no me fiaba de que mi tío montase un espectáculo al verme, puesto que no había tenido ni la vergüenza de avisarme, avise al tanatorio de que estuviese preparada la seguridad por si había que intervenir (no ocurrió nada fuera de lo normal).
Necesidad de despedirse
Necesitaba despedirme de mi abuela, porque al igual que cualquiera, los funerarios somos personas con sentimientos.
Pues aquí, fue donde comenzó todo. El compañero que hacia el turno de noche en el tanatorio, me dice que es mejor que entre a despedirme de mi abuela antes de la misa al día siguiente, puesto que la caja estaba cerrada por orden de mi tío. Yo, que me considero una persona razonable, acepto las condiciones, antes de pasar a la capilla el féretro me despediría de mi abuela.
Al día siguiente, cuando llegó la hora de la misa, solicito al personal del tanatorio entrar a ver a mi abuela, pero me informan de que por orden de mi tío, no puedo entrar.
Cuando pregunto que en base a qué motivo me van a impedir la despedida de mi abuela, me contestan que como el declarante (persona que deja los datos en el momento del fallecimiento y firma la autorización para que realice el servicio esa funeraria) lo ha solicitado por escrito siendo muy explicito en que yo, no entre a despedirme. Les explico que los problemas familiares que tenemos son de la familia y que ellos no pueden negar a un nieto la despedida a su abuela porque otro familiar se lo diga, pero parece ser que las normas de la empresa son muy explicitas al respecto. Les solicito una hoja de reclamaciones después de intentar razonar con ellos de forma humana y sin espectáculos.
Funeraria niega a un nieto que se despida de su abuela
Como profesional que soy del sector funerario, conozco muy bien las leyes y sé que tenia que hacer para poder ver a mi abuela, bastaba con llamar a la guardia civil diciendo lo que ocurría y que sospechaba que la podían haber matado. Pero en ese caso tendrían que hacerle la autopsia.
En un momento tan doloroso como era para mí, no quería que después de todo lo que mi abuela había pasado en vida, tuviese que pasar también por eso después de muerta.
Ellos se podían agarrar a que un medico había certificado la defunción, lo que yo sé, es que ese medico rellenaba los certificados a cambio de dinero y que todos los fines de semana (que es cuando no están los médicos de cabecera) les trabajaba a los de la funeraria sin ni siquiera ver a las personas fallecidas.
Decir Vergüenza de Funeraria es poco
Decirles Sinvergüenzas es poco. Por cierto, os invito a que si es falso lo que estoy diciendo, me pongáis un pleito, tengo pruebas de todo lo que estoy escribiendo.
Pues como no quise retrasar el entierro de mi abuela, me tuve que tragar mi orgullo y mi dolor, solamente pude reprimir mi rabia y poner una hoja de reclamaciones que no sirvió para nada, pues el daño ya estaba hecho.
En teoría, hasta ahí debía llegar la cosa, pues mi tío consiguió lo que quería, la funeraria demostró que mas que personas, tiene trabajando maquinas sin corazón y yo por primera vez en la vida hice lo que me dictó la cabeza en vez de lo que debía. Pues No. Aún, el poca vergüenza del gerente de la funeraria en cuestión, tubo la cara dura, de llamar a mi jefe, el único que me ha demostrado que además de jefe, tiene algo entre las piernas, para pedirle que yo, no volviese a pisar su tanatorio por haberle puesto una hoja de reclamaciones.
Impresentables profesionales hacen que sea una Vergüenza de Funeraria
Hay que ser impresentable, para intentar que despidan a una persona por ponerte una hoja de reclamaciones. En el momento en el que yo pongo una hoja de reclamaciones, lo hago como consumidor, no como trabajador de funeraria, ¿habría hecho usted lo mismo si llega a ser un trabajador de un taller de coches? ¿Y un panadero? No, la respuesta es que lo hizo porque sabia que no lo hicieron bien y el daño que esa hoja le estaba haciendo quería usted devolverlo. Pero amigo, se equivoco. Le salió el tiro por la culata como se suele decir.
Las consecuencias de sus actos las pagará usted, que no sé como puede dormir por la noche con acciones como esas.
Hace ya un tiempo de todo esto, pero que sepa, que no le deseo nada malo, solo deseo que si alguna vez pasa usted por una situación parecida a la mía, el personal que le atienda le traten como a una persona, no como me trató usted a mi.
Para terminar, os trasmito a todos que en el tiempo que llevo de funerario, jamás he negado una despedida a nadie, la solución es tan sencilla como evitar que los familiares enfrentados entren a la vez. Se pueden despedir por turnos, sin verse siquiera.
Es una lástima, que la compañía de seguros, que es una de las más grandes y una de las mejores, cuente con tan pésimos servicios funerarios.
Recuerda que puedes leer otras experiencias Funerarias en la página principal y espero nunca tener que volver a pasar por algo tan vergonzoso como lo de estos "profesionales".
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