El fantasma en el tanatorio

👻 El fantasma en el tanatorio 👻

Esta es una historia real de un Tanatorio en Murcia: El Fantasma en el Tanatorio.

Os la cuento en primera persona, por lo que cada uno puede creerla o no.

Esto ocurrió en un tanatorio situado a las afueras de una población llamada Llano de Molina.

Lugar de los hechos

El tanatorio era gestionado por la empresa funeraria para la que trabajaba, yo tenia veinte años cuando sucedió. El tanatorio en cuestión, se dividía en tres plantas, en la planta principal, estaban la recepción, dos salas de velatorio, una habitación de exposición de cajas, una sala de juntas, la cafetería, los aseos y la capilla, en la primera planta estaban situados los despachos de los jefes y cuatro salas de velatorio, aunque estaban cerradas con paredes de pladur por no usarse nunca.

En el sótano estaban:-Las cocheras-La sala de autopsias con cámaras frigoríficas-El horno crematorio con una habitación para que los familiares viesen las introducciones de los féretros en el horno-Dos habitaciones llenas de enredos a las que no accedíamos nunca.

El tanatorio, estaba situado demasiado alejado de todos sitios. Es decir, no había nada a menos de dos kilómetros. Como tenia poco trafico de fallecimientos, en muchas ocasiones se oían crujir las puertas. Algún empleado aseguro que por las noches se oía llorar a un niño en la primera planta. La anécdota que os relato, ocurrió un sábado por la noche, mi turno empezaba a las 22 horas. A las 22:30 de la noche recibí un aviso de que había fallecido una persona, lo prepare todo para atender el servicio como era costumbre.

El fallecido se velaría en otro tanatorio, así que me marché y realice el servicio. Sobre las dos y media de la mañana, volví al tanatorio y fue cuando comenzó lo que para mi, seria una pesadilla. Llegando al tanatorio empezó a darme un apretón, así que nada más llegar, salí disparado a la primera planta para usar el baño, como estaba solo, no me molesté ni en cerrar la puerta de este, es más, no di ni el general de las luces, con la puerta abierta se veía bien. La de veces que me he arrepentido de aquella decisión.

El primer susto del Fantasma en el Tanatorio


Cuando estaba terminando, se empezaron a escuchar unos golpes metálicos muy fuertes, resonaron una y otra vez amplificados por el terrible eco que se generaba en el colosal y vacío tanatorio. (si no llego a estar donde estaba, hubiese tenido un grave problema)
Terminé y subiéndome los pantalones salte hacía la puerta del baño para cerrarla desde dentro, pensé que alguien estaba entrando a robar.

Mantuve la respiración mientras intentaba escuchar algo, pero no lo hice, pensé que el Fantasma del Tanatorio acabaría conmigo. Entonces, fue cuando caí en que estaba encerrado en el baño, sin luz y con el móvil en recepción. (La había cagado)Pasaron unos minutos antes de que me atreviese a moverme, pensé que si llegaba a recepción y cerraba la puerta, solo podrían venirme de frente. Así lo hice, abrí sigilosamente la puerta del baño y mirando hacia todos lados, corrí a recepción, pasé y cerré el pestillo.

Ya me sentía a salvo, pero aún faltaba saber que hacia a partir de ahora. Por suerte, tenia en recepción una escoba, si, si, una escoba, me armé con una puñetera escoba. Y con veinte años y un palo de escoba en la mano, encendí todas las luces del tanatorio, (creo que nunca habían estado todas encendidas) desde el panel de control que esta en recepción, salté el mostrador y me dispuse a enfrentar a quien hubiese entrado en el tanatorio.
- Si hay ahí, más valdría que te marchases, voy a por ti. Óle mis huevos, ahora lo pienso y vaya un tonto fui. Bueno, inspeccioné el tanatorio habitación por habitación, empecé por la planta principal, bajé al sótano y subí a la primera planta, pero...

Persecución del Fantasma por el Tanatorio


Fue entonces cuando volví a escuchar el ruido en la planta superior, fuese quien fuese, estaba atrapado en la parte superior del tanatorio y yo tenia una escoba.
Volví a avisar:- Se que hay alguien ahí, háblame y sal que pueda verte. Cuando de repente, se volvió a escuchar el ruido ensordecedor de los golpes metálicos, pero en esta ocasión provenía del sótano.


En ese preciso momento, fue cuando empecé a pensar que quizás había más de una persona.(vamos, que me dio la flojera con escoba y todo) Había revisado el sótano hacía un momento y estaba vacío, que demonios era lo que estaba pasando? No me lo pensé mucho, corrí aterrorizado, salte el mostrador de recepción y me coloque mirando hacia este, pues era el único sitio por donde me podrían atacar, miré la hora y eran ya las siete de la mañana. Mi compañero entraba a trabajar a las ocho, así, que solo tenia que aguantar una hora allí vigilando que no me entrasen por el mostrador. Cuando hubo pasado la hora, mire el reloj y eran las siete y cinco minutos.

Madre mía que hora más larga se me iba a hacer. Corrían las siete y media cuando de repente, se abrió la puerta del tanatorio y entro mi compañero, que me miro como si estuviese loco, (estaba detrás del mostrador con una escoba mirando hacia delante y con todas las luces del tanatorio encendidas).
Le conté lo ocurrido y pensaba que me estaba riendo de él, pero como me vio más nervioso que de costumbre, me acompaño a revisar entre los dos el tanatorio otra vez. No encontramos ni escuchamos nada.
Dieron las nueve de la mañana y llegó el encargado, le conté lo ocurrido y entre los tres, le dimos otra vuelta al tanatorio y nada.

El descubrimiento del Fantasma


Finalmente me marché a descansar, pensando si realmente había ocurrido algo o me lo había imaginado todo, pero pronto sabría la verdad.

Ésa misma noche volví a trabajar, iba con un poco de miedo, sinceramente. Pero la noche transcurrió con normalidad, lo único anormal fue que no pude descansar nada. Así pasaron tres días, hasta que finalmente, mi encargado, me reveló lo que había ocurrido aquella noche. Resulta que fueron a preparar el horno, y habían un montón de escombros dentro.

La chimenea se había derrumbado, no había existía el fantasma del Tanatorio, toda la parte superior de la chimenea  se fue cayendo poco a poco chocando los ladrillos de la parte superior con la chapa interna de la chimenea hasta la parte inferior, de ahí veía tal estruendo.
Por un lado, nunca habría imaginado esté final para historia, pero fue lo que ocurrió. Me quedé mucho más tranquilo después de conocer lo ocurrido, pero no quisiera pasar otra noche así ¡Nunca más! Pero ahora, lo que puedes hacer es encontrar alguna otra historia real de las que puedes ver en la página del Funerario de Murcia

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